Tu otra sombra T03xP051

05/02/2016

El programa Tu otra sombra de esta semana os trae el siguiente contenido:
* Relato de Terror: "Criaturas perversas", escrito por José Manuel Durán. Os narro esta tenebrosa historia.
* Payasos. Os hago una breve reseña del miedo que infunde los rostros de los payasos en algunas personas.
* Noticias. Lo más destacado de los últimos días en referencia al mundo del misterio, la ciencia y cosas curiosas.
* CodeX más allá del misterio. Nuestros amigos del grupo CodeX nos traen una nueva aventura en la que viajan en busca del monstruo de Banyoles.
* Investigación en la Estación de Chamberí: De la mano del periodista Ángel Jiménez conoceremos el desarrollo de la segunda investigación realizada en esta parte de la estación de Chamberí, y la grabación con Mindalia TV.
* Cuando miro a las estrellas... Mi reflexión sobre:  "Somos personas".
Podéis descargarlo en Ivoox, o escuchar todos los programas en la Sección Tu otra sombra


Somos personas

Como podéis imaginar, mientras se hace este programa de radio hay un antes y un después. Me refiero a las propuestas y comentarios que se hacen en los pasillos, en el estudio o en la Sala de reuniones. Miramos y hablamos de muchas cosas, y de misterios también hacemos los oportunos comentarios. Hoy podemos escuchar muchas cosas que están alejadas de las voces de la radio, pero que para algunos parece que da lo mismo. Y conociéndome como me conocen algunos, aún se atreven a hacerme objeciones como “te vamos a buscar un sustituto”.
   Menuda cosa me has dicho, campeón. Sigue dándome ideas, que ya sabes que no tengo vergüenza y soy capaz de emitir cualquier cosa. El sustituto ya lo he buscado yo, o al menos lo que se ha propuesto, así que os pongo con él unos instantes para que se vaya presentando:

Hola. Buenas noches. Soy el sustituto de Fernando en el programa Tu otra sombra. Por una propuesta quieren que comience a trabajar en esta emisora, pero mi creador no me lo permite. Sólo soy una máquina que repite palabras, y de ningún modo podré igualar la voz inconfundible de Fernando García. Me ha alegrado hablar con vosotros, y me despido ya, porque de un momento a otro pulsan el stop de reproducción.

Hasta siempre voz, porque no hay sitio para ti en este programa, y como a muchos otros, creo que esa idea se desmadra demasiado y no tiene cabida. Cada persona está donde debe estar. Yo represento este espacio en la radio, con mi particular forma de ser y actuar, y por muchas ideas, propuestas y comentarios que hagáis, os escucharé y haré lo que deba hacer. Lo que sí os puedo asegurar es que pueden existir otros programas, otras voces, otras personas… pero nunca tendré un sustituto. Cada uno es como es: mejor o peor, con mis cosas –como todo el mundo-, pero sin lugar a dudas, sólo yo me represento a mí mismo. A veces os puedo dar la impresión de que desvarío hablando de cosas así, sin sentido aparente. Pero… aunque no se sepa el cómo y el por qué, os lo cuento como os puedo contar otras muchas cosas. Así es Tu otra sombra, un programa atípico lleno de misterios. El misterio de lo que ocurre en el mundo, y el misterio que representamos cada uno de nosotros. Eso nos hace particularmente personas.
Una reflexión de Fernando García

--------------------------------------------------------------------------------------------------------


Y aquí tenéis la grabación del programa "Andén 0: Misterio en la antigua estación de Metro de Chamberí (Madrid) por Mindalia TV. Nuestro entrevistado de hoy, nos cuenta lo acontecido en ese lugar.


--------------------------------------------------------------------------------------------------------

Criaturas perversas

Esconderse ha sido la única opción. Se llama Karen y no habla mucho. Abandonar el refugio era algo que necesitaba hacer pero ella  ha insistido en que, de momento, es el  mejor lugar para garantizar nuestra seguridad. Creo que sabe más de lo que cuenta.
Ignoro cuánto tiempo llevamos aquí. Ella suele salir a por comida y agua. No quiere que la acompañe. A veces oigo disparos y temo por su vida pero siempre regresa ilesa y con víveres. Me siento seguro a su lado aunque tengo miedo de que en una de sus incursiones por el exterior ellos la maten o decida, por algún motivo, huir y abandonarme.
Suelo preguntarle qué tal están las cosas por ahí fuera. No le gusta hablar de ello. Por las noches la oigo llorar, ella cree que no me doy cuenta pero esto es demasiado pequeño como para ocultarlo. Yo también lloro y sé que ella lo sabe.
Cuando está en el exterior mata a esas criaturas. Lo poco que cuenta  me ha sobrecogido. Asegura que están por todas partes. Yo quiero salir y ayudarla. No me deja.
La verdad es que todo sucedió demasiado deprisa. Llegaron sin avisar. Nadie advirtió de su presencia. Un buen día simplemente estaban allí y atacaron. Si los gobiernos sabían de su existencia nada dijeron. Fuimos destruidos y esas cosas, salvajes como animales, no mostraron ni un ápice de compasión. Aniquilaron a la raza humana aunque me gusta pensar que hay personas que como Karen y yo se encuentran en algún lugar, ocultos, escondidos, sobreviviendo en silencio.
Ella me dice que las calles están vacías, la ciudad desierta, que sólo hay escombros y cadáveres y que ellos vagan entre las sombras y acechan.
Una vez tuve a una de esas cosas cerca. Fue antes de llegar aquí, cuando huí de mi propia casa, un lugar que presuponía era un sitio seguro. Escuché ruidos extraños, el sonido de los edificios siendo atacados. Gritos en el exterior, disparos y alaridos. Fue al asomarme por la ventana. Allí había una de esas cosas…
Era delgada y peluda, como un mono. No sabría precisar si era hombre o mujer, aunque su apariencia era monstruosa y humana a la vez. Sentí un escalofrió cuando la vi caminar erguida por la calle, como si fuera dueña de la ciudad y me estremecí cuando se detuvo y pareció detectarme. Levantó la cabeza y nuestras miradas se cruzaron. Sus ojos eran rojos y radiaban una maldad infinita. Creí morirme en aquel mismo momento. Una mujer que corría por las cercanías me salvó la vida porque atrajo la atención de aquél ser que se abalanzó sobre  ella y saltó con una agilidad extraordinaria. La tiró al suelo.  No podría precisar si usó los dientes o las garras pero le arrancó el corazón de cuajo y luego le reventó el cuello.
Me escondí debajo de la cama y sentí que aquél  monstruo me buscaba en la ventana. No volví a asomarme y no he vuelto a ver algo así aunque cada noche escuchaba los gruñidos de estas criaturas momentos antes de triturar a sus víctimas. Cuando me topé con Karen vi cuerpos peludos derribados en el suelo pero no quise acercarme para comprobar que se trataban de esas cosas horrendas que estaban acabando con la raza humana y con todos y cada uno de nuestros hogares.
Creo que son demonios, que las puertas del infierno se han abierto y han permitido el libre acceso de almas atormentadas y malignas aunque Karen me ha dicho que son de otro mundo pues momentos antes de su llegada, el cielo se cubrió de enormes artefactos oscuros.
Ya he dicho que ella sabe más de lo que cuenta pero, pese a las  dos semanas que hemos pasado juntos, sé que aún no confía en mí.

Escrito por José Manuel Durán